En una zona pantanosa, llena de lodo, vegetación, agua estancada y arroyos estacionales, el transporte en la Cuenca Mirador es muy difícil. Agradecemos que no hay carreteras, pistas de aterrizaje y todo el movimiento fuerte se hace por tierra, por este ecosistema pantanoso. Las mulas, a pesar del enorme follaje de Ramón que consumen, son el transporte ideal para alimentos, que va de Carmelita a los sitios arqueológicos de la cuenca. Su capacidad de llevar grandes pesos, hacen de este transporte algo vital y muy pintoresco en el sistema de transporte que ha apoyado los trabajos de investigación del Proyecto Mirador.
35. Temporada en campo. Atrás del doctor Richard Hansen hay un gran equipo de colaboradores guatemaltecos, desde cocineras que alimentan a todo el personal, que puede llegar a ser de hasta 300 colaboradores multi disciplinarios, hasta restauradores, personal médico, albañiles, técnicos en arqueología, arqueólogos, geólogos, lavandería, mecánicos y personal de apoyo. Sin duda alguna, este grupo es una gran familia que convive en la selva durante meses en las temporadas de trabajo.
Foto: Jose del Busto IG: joedelbustom.
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