RL-30

Vivir entre estos alucinantes paisajes que nos regala Guatemala, es una gran ventaja para un fotógrafo. Siempre tengo mi trípode y cámara a mano para captar momentos de las vistas que me rodean. Aunque depende de la temperatura del clima y la altura sobre el nivel del mar, la velocidad del sonido en el aire se puede calcular muy fácilmente, y esto es porque se mueve entre 330 y 340 metros por segundo, cuando yo observo el inicio de una explosión en el volcán de Fuego, tarda 69 segundos para que se escuche el retumbo en mi casa, o sea 69 segundos divididos entre 3, me da aproximadamente 23 kilómetros en línea recta de mi terraza al volcán de Fuego. Es peculiar como las explosiones del volcán, especialmente durante la noche, pueden hacer que las ventanas de las casas vibren. El valle de Panchoy es como un cajón que ayuda a que el eco de los retumbos del volcán sean perceptibles, si estás del otro lado del volcán con la costa sur a tus espaldas no escuchas ese eco, ya que el sonido no tiene donde rebotar.

 

Recién había caído el sol y cuando vi el color rosa de la nube, salí con cámara y trípode, ya era esa hora, que no es ni de día ni de noche, yo le llamo la hora mágica, otros le dicen twilight, por la luz baja, la exposición tenía que ser de varios segundos, empecé a disparar y de pronto…el toque del relámpago sincronizándose con una pequeña explosión del volcán. UF ¡Captada con un lente 50 mm. Apertura a unF5.6 Usando un iso de 400 y una exposición de 20 segundos.

 

Fotografía: @rickylopezbruni

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